
Buscando en mi
interno, tengo la convicción que uno de los retos de mi vida que de seguro no asumiría,
bien sea por responsabilidad, tal vez por temor a mis humanas reacciones ante
lo inconcebible e injusto, sería estar sentado junto un pedófilo. Escuchar sus
relatos, sus razones y experiencias por las cuales ha llegado hasta ese punto
de su vida. Asumir como reales sus justificaciones para violentar la inocencia
de un ser.
Leer artículos en las portadas de los medios ese material en el
cual el contexto principal es la entrevista a un pedófilo, me resulta difícil,
indigerible, diría. ¿Por qué no darle otro enfoque? Por qué el tema o la
noticia no rescata el lado humano sin caer en el sensacionalismo. ¿Qué sienten las
madres y los padres de familia de un niño abusado al leer la versión del
victimario?
Mi vida me la he pasado en el otro
costado de los medios, donde son hechos, pensados, discutidos. Entiendo, como
todos, tal vez, la necesidad de presentar los dos lados de la historia. Pero,
cuánto de humanidad, de objetividad hay en explicar la irracionalidad. Para no
repetirla. Para evitarla.
La piel de humanidad va cayendo a pedazos en el camino. Las
personas se acoplan con mayor facilidad a esa realidad brutal, que repetida día
a día, termina anestesiando la conciencia general con historias impensables
desde lo humano.
En diciembre pasado, en twitter leí que miles de pedófilos
intercambiaron vía a internet material pornográfico infantil. Era una suerte de
celebración, la undécima, que los pedófilos recuerdan su día. Esas personas tendrán hijos, son padres. Al menos, vienen
de ellos. Hay sobrinos, nietos, hermanos pequeños, recuerdos de una niñez… En
qué momento de sus vidas, su condición humana se insensibilizó al punto de
abstraerse de ello.
Una revista española presentaba por esa misma época que durante
el día de celebración hay lugares en
los que los pedófilos van dejando en espacios públicos velas azúles con notas
anónimas en las que explican las
razones que los llevan a ser tales. Durante los meses de mayo, junio y
diciembre, las cifras de circulación del material pornográfico infantil en la
red aumenta.
La misma publicación española presenta cifras. Estados Unidos es
el país que más pornografía infantil en red consume, seguido por España y
México. Los tres tienen poblaciones hispanohablantes y de un considerable
desarrollo de la tecnología e internet. Pesa la influencia del desarrollo de la
tecnología o de la mala utilización de las herramientas tecnológicas que son de
fácil acceso y no tienen un filtro previo para controlar éste tipo de acciones.
Y la Ley… En nuestro país, tercermundista y todo, existe una
legislación fuerte a la hora de castigar la pornografía y el abuso infantil. Es
de suponer que esos países, tal vez con un mayor desarrollo en otros campos,
pudieran haber alcanzado niveles superiores en el control de situaciones como
esas.
No estamos hablando entonces de un mero tema legal. Estamos
frente a un tema de erosión de la propia condición humana. Como observarse
entonces que un adulto pudiera encontrar sexualmente atractivo a niños de
meses, apenas años de nacido.
No deja de ser preocupante el hecho que la sociedad todavía no
tome conciencia del problema. La hambruna en África ha merecido conciertos
masivos para concienciar del problema a la humanidad. El holocausto judía ha
provocado el derrame de ríos de tinta para mantenerlo vivo entre las nuevas
generaciones. Los gobiernos del mundo destinan millones de dólares para
alcanzar, al menos en folios legales y tribunales, la tan mentada equidad de
género.
Por qué esa misma impetuosidad no se da para proteger la
inocencia del asecho de esas mentes deshumanizadas, enfermas tal vez,
irracionales. No sirve de mucho mostrarlas en portadas y revistas. No se puede
entenderlas con apenas escribir dos páginas sobre ellas. No sirve de nada
entenderlas. A menos que el interés no esté en prevenir, sino dibujar ese
escenario que tanto atrae, que tanto vende entre el morbo y el subconsciente de
la masa.
(Este es un ensayo que tiene mucho significado para mi , porque lo hice para mi mejor amigo , el que creía que iba a ser mi compañero de vida ideal ... "sereno y maduro")
Por : Emilia
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