Ayer viví una
de las mejores noches de mi vida… No sé cómo explicarlo, pero mi hombre el “maduro y sereno” jamás deja
de sorprenderme. Como lo dije en mi post anterior “Él tenía qué decir, yo qué aprender y
decir, y todos ganábamos”… Pues anoche gané mucho más yo, que él.
Todo
comienza así: A muchas nos pasa que tenemos las inmensas ganas de ver a esa
persona tan especial y de pronto ellos aparecen como arte de magia. Él había
viajado más de 8 horas, sólo para verme…fue lo que textualmente me dijo,
aprovechando la visita de su jefe un diplomático, a un lugar vecino a hora y
media de aquí. Sólo fue una excusa, no tenía que hacer tal viaje” Este viaje no
es gratis, sólo vine por ti” me retumbó, simplemente no lo podía creer.
Allí en
el hotel de siempre fue su mensaje de texto, estaba re nerviosa, no sabía si me
iba a dejar plantada o lo iba a ver luego de largas horas de espera. Antes estaba acostumbrada a verlo siempre,
pero de un tiempo acá pues el decidió buscar un mejor empleo en otra ciudad,
por lo que todo cambió y su tiempo para mí se redució.
Retomando
el encuentro, Isa, reventó mi globo en
medio de lluvias de alfileres antes de verlo, porque me decía que necesitaba
esclarecer muchas dudas que por mucho tiempo las he llevado conmigo. Bueno, el
caso es que Isa y yo fuimos al hotel para presentarle a mi hombre “sereno y
maduro”. “Ese hombre te ama, la forma
como te mira es única, con tanta ternura y la atención que te presta cuando
hablas y sonríes es sólo porque te ama” la conclusión de Isa, ante su encuentro
remoto con él.
Se
me olvidó del resto del mundo”.
¡Yessssssssss! Desde aquel miércoles maravilloso tengo una ansiedad
insoportable. Quiero verlo y confirmar que mi fascinación no fue una jugada
macabra del verano. Pero no sé qué hacer. Tengo mucha confianza con él y sé que me quiere, me desea como ningún otro
hombre me ha deseado jamás, le gusta mi cuerpo, mi cintura esculpida, mi cola ,
mis labios y el frondoso cabello negro. Y sorry, pero si algo ha caracterizado
mi vida amorosa es que le tengo pavor a ponerme en evidencia sin tener antes
una certeza. O sea que esa no ha sido una opción.
Me
he valido de todas las artimañas y de la complicidad de mis amigas y del
destino para encontrarnos y encontrar lo que no he querido ver. Sin embargo, desde
hace unos meses antes de pelearnos tenía una duda y ayer me la despejó. Tiene una compañera de
trabajo que no me cae bien literalmente, ella no sabe de mí obviamente, pero yo
sí de ella, aunque ella conoce una parte de mí por un error al entrar a la aplicación del iPhone de él por
una llamada, mi parte más voluptuosa de mi cuerpo la vio. Yo Creía que ellos
dos tenían un idilio, típica película que nos armamos por stalkear, se me hacía
tan raro que siempre él la elimine a ella de su Facebook y luego de una semana
la vuelva agregar. Él dice que las cosas no son así que siempre borra gente y
algunas veces le ha sucedido con ella… ¿Uds. le creen?
En
fin…yo le creo, total la que se engaña no soy yo, sino él. Pero, la noche
terminó como Cleopatra, complacida por todos los sentidos, es que es tan bueno
en la cama y sus 23 cm lo hacen más perfecto.
Así
soy yo hoy. Romántica pero arrecha. Estoy en un verano indecente. Mi único amigo,
novio y amante en esta lujuria sin esperanzas es él.
Eso
sí, le puse plazo a esta linda historia de amor. No puedo alargarla por
centurias. Pase lo que pase, aunque ayer el me dejó como hada revoloteando de esperanza,
con todo lo que me dijo, más los comentarios de amor de Isa, pues tengo que
luchar por lo que realmente quiero para mí.
Por : Emilia
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